La depilación láser se ha convertido en uno de los métodos más utilizados y extendidos entre mujeres y entre hombres que desean acabar con su vello corporal.
Hoy en día han empezado a surgir muchos centros que ofrecen este tipo de depilación mediante distintos tipos de láser. Cada uno de ellos dispone y ofrece una serie de características particulares y específicas.
Asimismo, según el tipo de láser que elija cada cliente, el precio total de su tratamiento de depilación también variará. Algo que también va vinculado con la zona elegida para tratar.
No obstante, el precio de la depilación láser no es el único objetivo de este artículo de Depilacion.net. Lo que les venimos a explicar hoy son las características de los tipos de láser y cuál es, según el criterio de los expertos, los mejores para acabar con el vello de raíz.
¿Qué tipos de láser para depilación existen?
Como ya les comentábamos, la depilación láser supone uno de los métodos de depilación más utilizados actualmente.
Si bien es cierto que la cera sigue siendo otro de los métodos más socorridos, el uso del láser se ha extendido gracias a lo prolongado e incluso permanente de sus resultados.
El láser elimina el vello de raíz, actuando sobre el folículo piloso para destruirlo debilitándolo en cada sesión. La duración del tratamiento va a depender del tono de piel de cada paciente y de su tipo de vello (dureza, color,...).
Láser de diodo
Este tipo de láser resulta el más utilizado por los usuarios, ya que es que el más rango de tonalidades de piel permite tratar. En concreto, permite depilar pieles de fototipo I a V, los cuales son los más oscuros.
Además, el láser de diodo emite una longitud de onda de máximo 810nm, con un tamaño de spot de 12mm por 12mm. Su acción no resulta agresiva para la epidermis, aunque sí que requiere rasurado del vello, hecho que no lo hace muy utilizado para tratamientos faciales.
Láser Soprano
El láser soprano resulta muy similar al diodo. Además, éste se instaura como uno de los más recomendables y aptos para pieles de fototipo oscuro y/o bronceadas.
De hecho, su característica principal es que, teniendo la misma naturaleza que el láser de diodo, el soprano emite a baja potencia y con alta frecuencia de pulsos.
Esto implica que el operario que lo realiza sepa manejar al cien por cien la herramienta y tenga control de ella. De lo contrario, puede perjudicar la piel de su paciente.
Láser Lightsheer
El láser lightsheer consiste en un método muy similar al diodo, pero con la salvedad que éste emite un pulso de luz más progresivo y discontinuo.
Esto reduce el riesgo de quemaduras en la piel de los pacientes de forma significativa. Además de convertirlo en muy apto para pieles muy bronceadas.
Láser de alejandrita
El láser de alejandrita permite acabar con el vello, tanto menos pigmentado como oscuro y grueso, de las pieles más claras y menos bronceadas.
Su longitud de onda es de 755nm, siendo más afín a la melanina y actuando con gran rapidez. El único hándicap de este tipo de láser es que resulta relativamente doloroso para las pieles de fototipos medios y altos.
Láser Nd-Yag
Este tipo de láser es más específico para tratamientos médicos. En concreto, se utiliza para tratar arañas vasculares y varices, ya que actúa de forma muy eficiente sobre la hemoglobina en lugar de sobre la melanina.
Muchos centros estéticos lo usan para tratamientos de depilación, pero su efectividad es mucho menor que la del resto de tipos de láser mencionados hasta ahora.
Láser Rubí
El láser rubí fue uno de los primeros en surgir e implantarse en muchos centros estéticos, cuando la depilación láser aún no estaba muy extendida y era algo tímida.
Con una longitud de onda de 695nm, este láser ya ha dejado de utilizarse debido a su poca eficacia en comparación con otros métodos y tipos que han ido surgiendo a lo largo de estos últimos años.
La depilación láser es recomendable para cualquier persona que desee deshacerse de su vello corporal. No obstante, cabe tener en cuenta que el tipo de piel y el tipo de vello influyen en el resultado, además de en el proceso.
Por ello resulta fundamental informarse antes de empezar el tratamiento. Averiguar qué tipo de piel tiene cada paciente y cómo es su vello determinará qué tipo de láser es el mejor para ellos.
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